Buscando a Alaska

Miles iba a empezar a estudiar la secundaria en el internado Culver Creek en Alabama. Su mamá le realizó una fiesta de despedida a la que no asistieron más de dos personas, pues como Miles decía, no tenía amigos. Era una persona tímida y marginada, le gustaba la filosofía, acostumbraba leer biografías de personas famosas, mas no leer sus obras. Solía aprender las últimas palabras que estas personas decían antes de morir.
Cuando llegó al internado conoció a su compañero de habitación; Chip Martin, o mejor conocido como "El Coronel", era una persona muy traviesa, pero bastante astuta. Chip habló con Miles sobre la mecánica del instituto, cómo se desarrollan las clases, qué grupos sociales existen, cuáles le convenían y cuales no. Chip apodó a Miles como "El Gordo".

En uno de los primeros días de la estadía de Miles en el internado, personas que no conocía decidieron hacerle una broma con la aprobación del Coronel, creyendo que solo era una broma indefensa. Estas personas eran parte de un grupo llamadao "Guerreros Samaneros", eran las personas más adineradas del instituto y a las que el Coronel despreciaba.
Los Guerreros Samaneros llevaron a Miles a un lago que había cerca del instituto, le ataron las manos, las piernas, le taparon la boca y los ojos, luego lo lanzaron al agua y salieron corriendo, Miles por sus propios medios tuvo que salir antes de morir ahogado. Luego llegó con el Coronel muy molesto por lo ocurrido. El Coronel no tenía idea de que lo iban a atar, por tal razón decidió jugarles una travesura. Con la ayuda de Alaska y Takumi (otro amigo del Coronel), armaron un plan para devolverles la broma a los Guerreros Samaneros y así fue.
Miles se sentía en casa y estaba contento con los nuevos amigos que había encontrado. Pasaba mucho tiempo con Alaska, compartía sus ideas con ella, a quien también le gustaba la filosofía. Alaska creía que la vida era un laberinto y siempre se preguntaba cómo salir de él. Miles empezó a analizar esta teoría.

La historia está contada en días antes y días después de la Gran Tragedia que cambiaría la vida de Miles. Y definitivamente así es, luego de la tragedia, Miles intenta encontrar el por qué de la misma, qué sucedió antes para que las cosas se dieran de esa manera. Le vuelve a perder el sentido a la vida y no hace más que lamentarse.
Luego de varias semanas sin hallar una buena respuesta a todas sus preguntas, con ayuda de sus amigos deciden realizar La Gran Travesura del año, convencidos de que esa será una buena manera para superar todo el asunto. Al principio así era, pero se seguía sintiendo el peso de la tragedia. Aun así, decidieron continuar con sus vidas y dejar atrás todo lo que los lastimó por mucho tiempo. Al final de la historia, para la clase de Creencias Religiosas, Miles escribe su opinión sobre cómo salir del laberinto, y decide en ese momento seguir buscando el Gran Quizá que lo había llevado tan lejos, pero que aún le faltaba encontrar.

Es una historia que fácilmente se puede comparar con otra parecida, pero el sentimiento que transmite es único. Nosotros muchas veces nos sentimos perdidos, al igual que Miles, llegamos a perderle el sentido a la vida. Este libro nos enseña a cómo volverlo a encontrar. ¡Totalmente recomendado!
Lo leí, y realmente es apreciable la manera en la que te engancha. Fantástico. A pesar del trauma de tiene nuestro querido John Green con las tragedias.
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